Una habitación por ordenar.

Nuestro cerebro posee la hermosa habilidad de guardar todo lo que sucede en nuestra vida, tanto bueno como malo. Se limita a archivar uno por uno todos los recuerdos, sentimienos y sensaciones que vamos teniendo y las va guardando en una enorme habitación. La cualidad que el cerebro no tiene es poder ordenar esta habitación y colocar cada archivo en su lugar correspondiente. Por esto, nosotros debemos hacerlo, para ello sólo te tienes que quedar muy, muy callado y dejarte llevar por todo aquello que sientes y piensas, sólo así sabrás en qué lugar va cada archivo. Como he dicho antes, se trata de una enorme habitación en la cual cada cosa tiene su lugar y nosotros debemos ordenarlo. Por ejemplo, tenemos que depositar encima de la cama todos aquellos recuerdos y pensamientos picantes y sensuales que hayamos tenido, ese será su lugar, porque en algún momento, se hayan cumplido o no, ese es el sitio donde los hemos llevado a cabo y el lugar donde hemos estado más cómodos. Seguidamente, tendremos que encerrar bajo llave todos y cada uno de nuestros miedos, nuestros recuerdos malos, nuestro pesimismo y nuestras ganas de rendirnos dentro del armario. Allí acabaremos olvidándonos de ellos, y aunque intenten salir, nosotros tenemos la fuerza suficiente como para no permitir que eso ocurra, a esa fuerza se le llama valor. Y si por alguna razón, han conseguido escapar, volveremos a encerrarlos otra vez y ahora con más fuerza que nunca, porque aprendemos a base de errores y para levantarnos nos hemos tenido que caer antes. Acto seguido, colocaremos todas aquella risas, aquellas esperanzas, aquellas lágrimas de alegría, aquellas ilusiones en cajitas y las vamos colocando en la enorme estantería que decora nuestra habitación. No tenemos que permitir que cojan mucho polvo, de vez en cuando cogemos esas cajas y las abrimos dejando que esos recuerdos y sensaciones invadan la habitación y la llene de risas, y sobre todo que te haga volver a sentir a ti todo aquello que sentiste en su momento, que demuestres que no lo has olvidado y que nunca lo harás. Deja esas cajitas al alcance de cualquiera para que también sienta todas aquellas maravillosas sensaciones, compártelas y disfrútalas con quien tú más quieras. Posteriormente, dispón en el alféizar de la ventana tu paciencia y esfuerzo, con el paso del tiempo podrás observar que unos pequeños pajaritos de colores son atraidos por esos elementos. Aunque todos esos pájaros son distintos, tú sabes cuál es su especie, se llama 'sueños'. Quizá no vengan todos a la vez, pero poco a poco se irán acercando decenas de ellos hasta que no puedan venir más, entonces sabrás que gracias a estos dos ingredientes has conseguido traer todo aquello, sólo necesitabas paciencia, esfuerzo y tiempo. Por último, dentro de un cajón guardas una pequeña caja fuerte que sólo se puede abrir con una llave. Esta caja fuerte tú la tienes bien escondida y sólo se la revelas a quien tú quieres o quizá alguien la encuentre por sorpresa, pero sólo muy poquitas personas tienen la llave para abrirla, quien la posea podrá descubrir el inmenso tesoro que allí descansa, tu amor.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario