Lo que no sabemos ver.

"América no es un país donde se preste atención a los pequeños gestos, no es un país como Francia; donde el encanto, algo ligero o efervescente puede sobrevivir. Te exige todo lo que tienes y, cuanto antes lo entregues, mucho mejor." (Sandra Bullock en Historia de un crimen). 
Cada día somos testigos de miles de estos gestos, sin darnos cuenta, dejamos que mueran. Nos dejamos llevar por la rápida crítica y del interior nos olvidamos. Saber mirar más allá requiere de tiempo y de paciencia, pero, sobre todo, de corazón. La única herramienta que nos permite saber aspectos de una persona invisibles a simple vista. Es difícil ver esto en nuestros días donde nos dejamos llevar por las apariencias o por sus actos. 
Dejamos morir estos gestos sin darles la importancia que se merecen. Un beso en la mejilla al despedirte, una ligera caricia justo en el momento preciso, la enorme habilidad de sacarte una sonrisa cuando no tienes ganas de sonreír. Cantidad y cantidad de estos detalles perecen en vano. Sin que nosotros nos demos cuenta de lo que valen. Y es que no nos damos cuenta que una parte de nosotros, aunque sea ínfima, muere con ellos.


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