Confianza engañada.

Contar todo lo que piensas a una persona hace que te apoyes en ella, encuentres un paño de lágrimas donde consolarte. Tú sabes que esa persona estará para lo bueno, para lo malo; sabes que la tienes para salir de fiesta, o para desahogarte cuando lo necesitas. Sin embargo, al igual que tú te apoyas en ella, tú esperas que suceda lo contrario. En algunas ocasiones, crees que sí, que te llama para contarte lo que le ha pasado a esta amiga, que te dice los ligues que tiene, aunque ella sabe que no llegarían a ningún lado, pero te lo cuenta. No obstante, en ciertos momentos, notas que las noticias sobre ella te llegan tarde, o que a quien se lo cuenta primero no es a ti.
Esa sensación que sientes, no es más que un espejismo. Conjeturas que tú te creas simplemente para explicarte lo gran protector que quieres ser con ella. También se puede confundir con cotilla, no te digo yo que no, pero la confianza no se basa en contarle cada segundo de lo que pasa en tu vida; la confianza consiste en apoyo cuando lo necesita, decir los errores cuando los ves, saber que vais a discutir entre vosotros pero que al día siguiente estáis tan normales. De esto trata la confianza, de dejarte guiar como si tuvieras una venda en los ojos y creer firmemente que no te va a dejar caer.

Por último, me gustaría pedirte perdón. Perdón por haber puesto en duda nuestra confianza. Perdón por no creer en ti siempre. Perdón por flaquear por este motivo. Perdón por no decírtelo en su momento. Pero, sobretodo, perdón por no haberte querido tanto, como lo estoy haciendo ahora.

1 comentario: